En una noche que quedará marcada para siempre, Resorte celebró sus 30 años de carrera el pasado 2 de agosto de 2025 con un show en el Lunario del Auditorio Nacional. Más de mil asistentes abarrotaron la sala (capacidad oficial de 1000 personas según el propio Lunario), demostrando que la banda, a pesar de los altibajos y pausas, sigue tan vigente como siempre gracias a su reciente álbum República Zombie (2024).
El concierto arrancó sin concesiones: “América”, la pieza que en 1997 los catapultó del anonimato, abrió el set list y desencadenó una ola de gritos y puños en alto. Sin dejar respirar, siguieron con clásicos de República de Ciegos y XLcomo “J.T.R.B.”, “Chinguense”, “Opina o muere”, “Respeto” y “Hijos de la bonga”, recordando por qué estos riffs siguen resonando en la escena. Luego, entremezclaron canciones recientes, como “Navegando” y “Hazte pa’ llá”, con la potencia de su nuevo material, confirmando que el puente entre pasado y presente puede construirse con guitarras afiladas.
La banda no escatimó en matices. Siguieron momentos de rap y hip-hop, con “Ánimo”, “Alcohol”, “Caliente” y “Brota”, demostrando esa fusión que siempre los ha distinguido. En medio del set, la intensidad derivó en un medley frenético que combinó temas de distintas épocas y que mantuvo al público brincando sin descanso.
El segmento más emotivo llegó con “Tinta (Códigos)” y la reciente “Si Hoy Me Voy”, dedicada a Tavo, miembro eterno en la memoria de la banda. Para los bises, guardaron la artillería pesada: “Modo Bestia”, “Todos de Pie” y “Aquí no es donde”, canciones que reflejan la ferocidad con la que Resorte aborda su presente y que dejaron al público coreando hasta la última palabra.
El show también fue un desfile de amistades sobre el escenario. Ms Ambar se unió en “Si Hoy Me Voy”, Erick y Fear, de Allison, incendiaron “Puro Rock”, mientras que Mario García de Ánimo Soy apareció para darle un giro a “Alexa Dark”. La agresividad metálica de Óscar (Lack of Remorse) elevó “Vienen por Ti”, y el legendario Charal prendió la nostalgia en “República de Ciegos” y “Sobre Tierra”. Cada colaboración fue recibida con euforia, consolidando un sentido de comunidad entre generaciones de músicos.
Para calentar motores, los jóvenes de Dread y la legendaria banda Los Viejos grandes amigos de Resorte ambos tomaron el escenario como actos de apertura, ganándose los primeros coros y preparando el terreno para la descarga principal.
Lo vivido en el Lunario no fue un simple concierto; fue un ritual cargado de memoria y potencia. Resorte, con tres décadas a cuestas, demostró que sigue siendo una fuerza que no se detiene.
